A tres años de que Guatemala y el mundo enfrentaron la crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19, los sectores productivos del país retomaron su ritmo de crecimiento. Dentro de este panorama, la industria de la construcción, según los analistas económicos, fue uno de los sectores que mostró gran capacidad para recuperarse. Ahora, de nuevo vuelve a respirar, registra números positivos y da muestras de un renovado dinamismo.
Después del 2020, cuando cerró con números rojos, en 2021 la industria de la construcción experimentó un aumento del 11 por ciento y se convirtió en uno de los tres sectores de la economía nacional con mayor crecimiento, atrás de restaurantes y de los servicios de salud.
En 2022, nuevamente las proyecciones de cierre de la Cámara Guatemalteca de la Construcción estiman un 7.1 por ciento de crecimiento, con una proyección de incremento para 2023 del 3.8 por ciento, porcentaje conservador, pues el rango superior se considera que podría llegar al 5 por ciento. Según el Índice de Confianza de la Actividad de la Construcción d febrero último, la perspectiva de crecimiento para 2024 será de 3.5 por ciento.
La importancia de la construcción dentro del aparato productivo del país está clara y es vital debido al derrame económico que conlleva, en especial, porque esa riqueza se traduce en la generación de miles de empleos y bienestar para miles de familias guatemaltecas.
Respecto al empleo, la guía sectorial del sector construcción 2022, elaborada por el Programa Nacional para la Competitividad (PRONACOM), del Ministerio de Economía (MINECO), refiere que según datos del Banco de Guatemala (Banguat), entre 2015 y 2019 el sector experimentó un aumento sostenido en la cantidad de puestos de trabajo, al pasar de 332 mil 787 en 2015 a 399 mil 143 en el último año citado, lo que significó un crecimiento del 16.62 por ciento en ese quinquenio.
Por lo anterior, el sector construcción representa un importante motor para el impulso de la economía nacional, aunque su posterior desarrollo, impulso y regulación están vinculados a un marco político y legal que aún debe fortalecerse.
Según expertos en el tema de crecimiento económico como Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), la nueva dinámica que ha tomado la demanda de la construcción tiene su origen en dos factores: la propia urbanización del país y el auge en la construcción vertical.
En el caso de la urbanización, hay que tomar en cuenta que Guatemala ya está gozando de su bono demográfico, que consiste en el periodo de la historia de una nación en donde las personas en edad de trabajar o población económicamente activa, superan en cantidad a las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores).
Según el último censo de población, el promedio de edad de los guatemaltecos está por 27 años y el número de las familias está aumentando, lo que incide en mayor demanda de servicios, infraestructura y vivienda, entre otras cosas.
Lo anterior, según Zapata, tiene que ver con la construcción, porque el bono demográfico, de la mano con la urbanización, está impulsando al sector en el área metropolitana, que es donde más está creciendo, tanto en el municipio de Guatemala como en las ciudades intermedias. El fenómeno también se observa a nivel de los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez.
En opinión del experto, el otro componente que está empujando al sector en la actualidad, es la construcción de vivienda vertical debido a la falta de infraestructura en los corredores económicos. Esta situación tiene como origen la preferencia de los cabezas de familia que optan por vivir más cerca de sus lugares de trabajo en lugar de tener su domicilio en las periferias de la ciudad, lo que ha generado más proyectos de este tipo de construcción.
Además de los factores que cita Zapata, hay que tomar en cuenta otros aspectos importantes como la falta de infraestructura y la agenda de atracción de inversión hacia los corredores industriales, que también están motivando al aumento del número de proyectos en construcción.
IED en construcción se mantiene
En opinión de los expertos en el tema, pese al creciente aumento de las obras relacionadas con la urbanización, la construcción vertical y las de infraestructura en los corredores económicos, la Inversión Extranjera Directa en construcción (IED) en Guatemala es mínimo y quizá uno de los proyectos representativos, como la rehabilitación de la autopista de Escuintla – Puerto Quetzal, aunque ya fue aprobado para ejecutarse bajo la modalidad de Alianza Público-Privada (APP), aún no termina de materializarse.
Sin embargo, la IED podría tener una oportunidad en la construcción de parques industriales, pues es allí en donde se empieza a ver cierto interés de algunas empresas para apoyar en la construcción de este tipo de complejos. No obstante, también hacen falta más herramientas para impulsar la construcción en el tema de infraestructura, subsector que tiene mayor atractivo de inversión para las compañías internacionales que quisieran llegar al país a invertir.
De acuerdo con información de la Dirección de Política y Análisis Económico del MINECO con datos del Banco de Guatemala, durante el periodo comprendido entre 2013 y septiembre de 2022, el valor de la IED en el Sector Construcción ha alcanzado un monto acumulado de USD230.5 millones; en este mismo periodo, los países cuya inversión ha sido más significativa son: Estados Unidos (USD66.0 millones), Canadá (USD43.6 millones), España (USD22.0 millones), Rusia (USD21.9 millones) y Costa Rica (USD15.7 millones).

Según la dirección antes citada, entre 2017 y 2020 se evidencia una tendencia decreciente en los montos de IED del Sector Construcción en Guatemala, llegando a tener un saldo negativo en 2019 (USD-7.5 millones); posteriormente en 2021 la tendencia se revirtió y reportó una inversión de USD11.9 millones. Los últimos datos disponibles reflejan que a septiembre de 2022 la inversión reportada fue de USD15.4 millones. Por lo anterior podría esperarse que la IED en el sector adopte una tendencia positiva en el corto plazo.

Una oportunidad latente
De acuerdo con el director ejecutivo de Fundesa, lo que hace falta es contar con mejores mecanismos de conexión hacia proyectos urbanos ubicados fuera del área metropolitana para incrementar el volumen de estos. Sin embargo, “Hay limitantes estructurales en cuanto a legislación que se deben cambiar, por ejemplo, se necesita una reforma a la ley de la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica (ANADIE) para que no todos los proyectos vayan al Congreso, la iniciativa 5431 Ley General de Infraestructura Vial y una ley que regule el sistema portuario. Si esto no se da, la inversión pública seguirá siendo baja y sin lograr llegar a grado de inversión, con lo cual la IED en construcción seguirá siendo mínima”.
De frente al panorama descrito, las iniciativas del Ministerio de Economía para seguir mejorando el clima de negocios, entre las que figuran aspectos legislativos puntuales como el Reglamento de Ley de Zonas Francas (AG 65-2022 – marzo 2022), Ley de Interés Preferencial para Vivienda Social (Decreto 27-2022 – mayo 2022), Reglamento de la Ley para la Simplificación de Trámites (en gestión dictámenes dic. 2022) y otras iniciativas que llevan al gobierno electrónico, como la Ventanilla Ágil de la Construcción y la Ventanilla Única para las Inversiones; abonan el camino para que la Inversión Extranjera Directa tenga nuevas oportunidades, se fortaleza y desarrolle en Guatemala.
